
Trabajo en equipo en la crianza: Consejos para parejas que transitan juntas la lactancia materna
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Ileana Berrios, MS, IBCLC
La lactancia materna suele considerarse responsabilidad de la madre, pero es importante recordar que la crianza es un trabajo en equipo. Cuando ambos miembros de la pareja trabajan juntos durante la lactancia, se fortalece la relación, se reduce el estrés y el proceso es más llevadero para todos, especialmente para el bebé. Tanto si eres madre primeriza como si ya tienes experiencia, aprender a apoyarse mutuamente durante este periodo es clave para una experiencia exitosa y plena.
Aquí hay algunos consejos para las parejas que transitan juntas la lactancia materna y cómo el trabajo en equipo puede marcar la diferencia.
1. Educación y preparación: aprender juntos
Antes de la llegada de su bebé, dediquen tiempo a aprender sobre la lactancia materna en pareja. Asistan a clases prenatales de lactancia, vean videos instructivos y lean libros o artículos juntos. Este conocimiento compartido ayudará a ambos a sentirse informados y preparados para los desafíos que puede presentar la lactancia.
Cuando ambos padres están de acuerdo, se fomenta un ambiente de apoyo donde la madre que amamanta no se siente sola en este proceso. La pareja que no amamanta puede comprender mejor el proceso, anticipar los desafíos y ofrecer soluciones.

2. Brindar apoyo emocional
La lactancia materna puede ser física y emocionalmente exigente, especialmente al principio. La pareja que no amamanta puede desempeñar un papel crucial al brindar apoyo emocional. Gestos sencillos como ofrecer palabras de aliento, recordarle a la madre que amamanta que tome descansos o simplemente escuchar sus preocupaciones pueden ser de gran ayuda.
A veces, la lactancia materna puede resultar abrumadora o frustrante. Saber que cuentan con el apoyo de una pareja puede aliviar el estrés y reforzar la sensación de estar juntos en esto.
3. Participe activamente durante la alimentación
Aunque la madre que amamanta se encarga de la alimentación, la pareja que no amamanta puede contribuir. Ayude colocando almohadas, llevándole agua o refrigerios, o asegurándose de que la madre esté cómoda. Pequeños gestos como hacer eructar al bebé después, cambiarle el pañal o darle un suave masaje en la espalda demuestran que está involucrada en el proceso y que ayuda a compartir la carga.
Estar presente y participar durante la alimentación, incluso si no se está amamantando directamente, ayuda a fortalecer el vínculo entre ambos padres y el bebé.
4. Apoyo nocturno: comparte la responsabilidad
Las tomas nocturnas pueden ser agotadoras, especialmente durante los primeros meses, cuando los bebés necesitan comer con frecuencia. Las parejas pueden desarrollar un sistema para compartir la responsabilidad, asegurando que ambos descansen. Por ejemplo, el padre que no amamanta puede ayudar cambiándole el pañal al bebé antes de una toma o acercándoselo a la madre que sí lo amamanta durante la noche.
Si usa leche materna extraída, la pareja que no amamanta puede encargarse de algunos turnos de alimentación, lo que permite que el padre que amamanta descanse más.
5. Sea paciente y comprensivo
La lactancia materna no siempre sale según lo planeado. Puede haber dificultades como problemas de agarre, baja producción de leche o dolor en el pezón. Es importante que la pareja que no amamanta sea paciente y comprensiva. Reconozca el esfuerzo que implica la lactancia materna y ofrezca un espacio sin prejuicios para que la madre exprese sus sentimientos, ya sea que esté feliz, frustrada o desanimada.
Al ser solidarios y empáticos, las parejas pueden enfrentar estos desafíos juntos y encontrar soluciones como equipo.
6. Ofrecer ayuda práctica más allá de la lactancia materna
Amamantar puede requerir mucho tiempo y energía, lo que deja a la madre lactante sintiéndose agotada. Las parejas que no amamantan pueden ayudar asumiendo otras responsabilidades del hogar. Cocinar, limpiar o cuidar a los niños mayores permite a la madre lactante concentrarse en la alimentación y el descanso. Esta división del trabajo crea equilibrio y reduce la sensación de agobio.
Ayudar de manera práctica demuestra que estás contribuyendo al bienestar general de la familia y no sólo dependiendo de que un miembro de la pareja lleve el peso.
7. Manténganse conectados como pareja
Es fácil dejarse llevar por las exigencias diarias del cuidado del recién nacido, pero es importante cuidar la relación de pareja. Dedíquense tiempo el uno al otro, aunque solo sean unos momentos de conversación antes de dormir o un abrazo rápido mientras el bebé duerme. Apoyarse emocionalmente durante la lactancia fortalece el vínculo como padres y parejas.
Mantenerse conectados y mantenerse en contacto entre sí ayuda a garantizar que ambos estén en la misma página y se sientan apoyados.
8. Fomentar el autocuidado de los padres que amamantan
La lactancia materna puede afectar el cuerpo y la mente, por lo que el autocuidado es esencial para la madre que amamanta. La pareja que no amamanta puede fomentar esto ofreciéndose a cuidar al bebé mientras la madre que amamanta toma una siesta, se ducha o disfruta de un momento de tranquilidad. El autocuidado es vital para prevenir el agotamiento y mantener una experiencia positiva de la lactancia.
Cuando ambos padres priorizan el bienestar del otro, se crea un ambiente hogareño armonioso donde ambos se sienten valorados y cuidados.
9. Celebremos los triunfos juntos
La lactancia materna, como todos los aspectos de la crianza, conlleva desafíos y triunfos. Celebren juntos esos pequeños logros, ya sea que el bebé se prenda bien, alcance un hito en la alimentación o supere una noche difícil. Compartir estos éxitos refuerza el sentido de trabajo en equipo y logro que conlleva criar a un hijo juntos.
Reflexiones finales: Cómo afrontar la lactancia materna en equipo
Amamantar puede parecer una tarea solitaria, pero con el apoyo adecuado, puede ser un esfuerzo colaborativo. Al trabajar juntos, ambos miembros de la pareja pueden crear un ambiente acogedor que apoye no solo al bebé, sino también a cada uno. El trabajo en equipo en la crianza es esencial para construir una familia fuerte y conectada, y la lactancia materna en pareja sienta las bases para una crianza positiva.
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